Cuando le pegué un mordisco a esta monada de magdalena, eso no se podía
comer de amarga, dura, y mala que estaba. No me gustó nada el sabor y con toda
la ilusión que tenía de que estuviera rellena de chocolate, porque me apetecía algo dulce.
No estaba rellena de nada solamente tenia una durisima y amarga masa de magdalena.
No os fiéis de las apariencias porque pueden engañar.
Cierto esto suele ocurrir muy a menudo, por ello ahí que andar con cuidado, claro cuando son cosas importantes. Si es algo pequeño o sin mucha importancia no es el mismo riesgo.
ResponderEliminarPor suerte esto ocurrió con una simple magdalena, cuando ocurre con algo material yo porlomenos no le doy una gran importancia aunque reconozco que me fastidia un poco. Como lo de la magdalena que era tan mona, tan preciosa y tan adorable y veía como me "sonreía". Hay personas que te sonríen del mismo modo y son exactamente iguales a esa magdalena. A eso me refería con esta publicación.
ResponderEliminarAnda, pasame tu dirección y te mando algo bueno y bonito, que aquí la pastelera eso que has puesto le ha dolido.
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